fecha de publicación: 21 diciembre 2021 - 01:46

Teherán, IRNA - La noche de Yalda, una experiencia histórica común y una tradición arraigada a la civilización persa, es festejada cada año por el pueblo iraní en todo el mundo y por otras naciones de la región.

Además de Irán, los pueblos de los países de Asia Central, incluidos Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán y algunos estados caucásicos como Azerbaiyán y Armenia también celebran el festival anual que marca el solsticio de invierno del 21 de diciembre, cuando la Tierra recibe la menor cantidad de luz solar del año.

En esta noche especial, todos los miembros de la familia se reúnen permaneciendo despiertos toda la noche. Se entretienen comiendo nueces secas, sandía y granadas, y recitan poesías clásicas y mitologías antiguas. Sumergidos en paz y tranquilidad, todos rezan por las numerosas bondades de Dios en una atmósfera jubilosa.

Yalda es una palabra siria prestada por el idioma persa, que significa nacimiento, y la festividad de Yalda está destinada a celebrar la renovación del sol y la victoria de la luz sobre la oscuridad.

La renovación del Sol en esa noche especial tiende a transmitir otro mensaje: relata la historia de las naciones de la región que intentan mostrar su respeto por la Madre Naturaleza al unirse con ella.

La Noche de Yalda es una ocasión que nos recuerda que no debemos olvidarnos de expresar nuestros deseos por el Creador, al recurrir a Sus signos de la Creación, y es un intento colectivo de reunirnos con el universo.

Irán, sede de sofisticadas artes, fascinante literatura, poesías y músicas, así como prestigiosa arquitectura, a través de su historia, ha sido la cuna de las aspiraciones pacíficas y la moderación.

La moderación y las aspiraciones pacíficas adoptados por los iraníes y elogiadas a nivel mundial, y que constituyen los principales componentes de la cultura persa, han tendido a influir en otras culturas, desde la cuenca del Mar Caspio hasta el Mar Mediterráneo.

Las experiencias históricas comunes, como el festival de Yalda suponen una base sólida que contribuyen a que Irán impulse sus relaciones bilaterales con otras naciones. Por eso, al volver a identificar y revisar los valores culturales comunes, el mundo globalizado puede remodelarse y fortalecerse a sí mismo.

A diferencia de los argumentos de algunos, que sugieren que el denominado nuevo orden mundial traerá culturas, economías y políticas bajo el paracaídas único de la globalización, el futuro del mundo estará formado por componentes sociales, económicos y políticos diversificados por Nosotros, los pueblos.

Resulta inevitable para el mundo globalizado del futuro, que los valores culturales históricos, incluido el festival de Yalda, puedan aprovecharse como una fuente de remedio para todos los sufrimientos y dolores de la humanidad global, así como un motivo de integración.

Por: Reza Bahar

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