La nueva ronda de negociaciones sobre el levantamiento de las sanciones, la segunda con el gobierno del presidente Seyed Ebrahim Raisi, se celebra en el Hotel Coburg de Viena. Las conversaciones se reanudaron el día 3 tras una pausa por el inicio del Año Nuevo.
**Pasos adelante, pero lentos
A juzgar por las posiciones de los diplomáticos y las buenas noticias procedentes de la capital austriaca, se entiende que las conversaciones avanzan constructiva y bastante exitosamente. Esos pasos hacia adelante pueden observarse claramente en el tuit del canciller iraní Hosein Amir Abdolahian, el cual, el jueves (6 de enero) describió el curso de las negociaciones como "normal y positivo", asegurando que "las iniciativas iraníes habían sido fructíferas".
En su cuenta de Twitter añadió: "Ahora corresponde a Occidente demostrar si actúa de buena voluntad y si realmente desea alcanzar un buen acuerdo".
Según el ministro, Irán aportó tres creativos e innovadores documentos. Al menos dos de ellos (uno sobre el levantamiento de las sanciones y el otro sobre las actividades nucleares iraníes) fueron presentados al otro lado de la mesa al inicio de la nueva ronda de negociaciones del decimotercer gobierno. El tercer documento estaría relacionado con la trilogía siguiente: "verificación del levantamiento de las sanciones", "indemnizaciones" y "garantías".
Contrariamente a la generosidad mostrada por Irán y sus innovadoras propuestas, fruto de expertas consultas, a pesar de que las negociaciones permanecieron suspendidas durante 6 meses, la otra parte, y especialmente la troika europea, acudió a las reuniones con las manos vacías.
Con todo, los diplomáticos de ambas partes, del este y el oeste, coinciden en que las negociaciones actuales serán productivas. "Todos coinciden en que se ha avanzado hacia un acuerdo y el levantamiento de las sanciones", declaró Mijail Ulyanov, representante de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena.
Además de Ulyanov, cuyo nombre se escucha frecuentemente en Viena en los últimos días, el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, también dijo el viernes que "se han producido avances".
Todo ello puede considerarse como un signo clave en las posiciones de los diplomáticos, lo cual ha sido mencionado incluso por la parte estadounidense.
"Esta semana se han logrado algunos avances en las conversaciones de Viena", declaró el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price.
Otra de las señales más claras y positivas fue la presencia en Viena del viceministro de Exteriores de Corea del Sur, Choi Jong Gun, y sus reuniones con los diplomáticos estadounidenses y del Grupo 4+1, que se prolongaron durante varios días; Seúl adeuda a Teherán más de 7 mil millones de $, unos activos que permanecen bloqueados bajo el pretexto de las sanciones de Estados Unidos.
**Las legítimas demandas iraníes y las cartas descubiertas de Occidente
El equipo iraní persiste en sus lógicas demandas mencionadas anteriormente, basadas en sus compromisos posteriores al Acuerdo Nuclear. Los 17 informes del difunto director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, avalando la constructiva cooperación de Teherán y el posterior abandono de nuestro país del cumplimiento de los compromisos un año después de la retirada de Trump del acuerdo pueden enmarcar su contexto.
Indudablemente, tras la amarga experiencia de las negociaciones y el acuerdo del gobierno anterior, el nuevo ejecutivo persigue la materialización de los derechos del pueblo iraní proponiendo "máximas exigencias" versus la campaña de "máxima presión" de Occidente. Ese es un enfoque basado en la lógica que se ha demostrado eficiente hasta el momento.
Antes de reanudarse las conversaciones, los occidentales habían utilizado cuatro tácticas específicas para disuadir a los diplomáticos iraníes de sus demandas:
1- Tratar de crear una brecha entre Irán, China y Rusia
2- Presionar a Irán influyendo en la AIEA
3- Plantear exigencias maximalistas para rechazar las demandas iraníes
4- Incrementar las sanciones y mantener la senda de Trump
Respecto a esa última, es decir, la intensificación de las sanciones, basta señalar que incluso el pasado mes de noviembre, en vísperas de la reanudación de las negociaciones con el Gobierno del presidente Raisi, se impusieron al menos cuatro tipos de sanciones contra personas y organizaciones iraníes bajo falsas afirmaciones.
**Occidente juega con la carta del tiempo
Una somera observación sobre las posiciones de los responsables occidentales en vísperas de las negociaciones y durante las mismas desvela sus técnicas y objetivos, especialmente de la Casa Blanca. Y la más clara, es la amenaza de que el tiempo de juego finaliza.
“Estoy convencido de que podemos llegar a un acuerdo, pero el tiempo se acaba”, dijo el viernes (7 de enero) el ministro galo Jean-Yves Le Drian, a la televisión BFM.
En el uso del elemento "tiempo", destinado a presionar a Irán para que reduzca sus demandas, hemos visto coincidir al segundo de la Política Exterior de la Unión Europea, Enrique Mora y al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
"No tenemos más que unos pocos meses o algunas semanas para llegar a un acuerdo, por lo que las partes deben prepararse para tomar decisiones políticas difíciles", declaró Mora el viernes en conferencia de prensa.
Según los observadores, el uso de obsoletas herramientas por parte de EEUU y sus aliados europeos ha perdido eficacia; y su reiterada insistencia en utilizarlas dificultará el camino hacia el acuerdo. Por otro lado, el secretario de Estado Blinken afirma que el tiempo para llegar a un acuerdo nuclear es "demasiado breve". El mismo acusó a Teherán de "matar el tiempo", que Washington no podía tolerar la falta de buena voluntad y la lentitud de las negociaciones mientras Irán avanzaba en su programa nuclear.
Si bien la erosión de las negociaciones podría aumentar las posibilidades de que entraran en el proceso factores ajenos o el sabotaje por parte de los enemigos, la premura por llegar a un acuerdo "a cualquier precio" solo redundará en pérdidas.
Por todo ello, es más importante lograr resultados prácticos, como la eliminación de las sanciones, la verificación, o las garantías, que limitar el tiempo de negociación.
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