“La reunión responde a dos solicitudes presentadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak a la OCI sobre "insulto que, por dos veces consecutivas, ha ocurrido contra el sagrado Corán en Suecia y Dinamarca, que provocaron los sentimientos de unos dos mil millones de musulmanes en todo el mundo”, ha informado la Cancillería iraquí en un comunicado, sin especificar la fecha ni el lugar del evento.
Según el documento, se espera que la reunión de emergencia aborde los procedimientos y posiciones colectivas más importantes de los Estados miembros con respecto a los recientes insultos al libro sagrado de los musulmanes, el Corán, así como mecanismos para enfrentar el fenómeno de la islamofobia.
“Las acciones provocativas y atroces contra las santidades islámicas son alimentadas por leyes que las permiten”, ha añadido el Ministerio iraquí, “bajo el pretexto de la libertad de expresión y el derecho a manifestarse, y esto reaviva el odio y el extremismo, amenaza la paz y la seguridad sociales y devuelve las sociedades humanas a la [era] de la violencia”, denunció
"Las prácticas provocadoras y atroces contra las santidades islámicas son alimentadas por leyes que lo permiten", agregó el Ministerio iraquí, "bajo el pretexto de la libertad de expresión y el derecho a manifestarse, y esto reaviva el odio y el extremismo, amenaza la paz y la seguridad social y devuelve a las sociedades humanas a la memoria de la violencia”, denunció.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraquí instó a la comunidad internacional a adherirse a las “obligaciones morales y civilizadas de manera responsable e igualitaria y proceder de acuerdo a lo estipulado en las resoluciones internacionales, al criminalizar el racismo y sus seguidores en el mundo”.
En este sentido, enfatizó que las religiones y las razas deben respetarse juntas, y las acciones que deshonran a sus símbolos y seguidores deben ser considerados como crímenes.
Un grupo antislámico prendió fuego el viernes a una copia del libro sagrado de los musulmanes y la bandera iraquí frente a la embajada del país árabe en Dinamarca. La blasfemia se llevó a cabo bajo la protección de la Policía danesa.
El ataque tuvo lugar un día después de que las autoridades suecas permitieron por segunda vez a Salwan Momika insultar el libro sagrado de los musulmanes. Momika, un migrante iraquí de 37 años, prendió fuego el pasado 28 de junio a un ejemplar del Corán frente a la mezquita más grande de Estocolmo, la capital de Suecia, bajo protección policial.