En declaraciones efectuadas en su conferencia de prensa semanal, Naser Kanani denunció una vez más el reciente acto de sacrilegio contra el Corán en Suecia y Dinamarca mientras sostenía un ejemplar del libro sagrado de los musulmanes.
En este sentido, añadió que la profanación del Corán es "un acto vergonzoso", y es un insulto a todas las religiones divinas abrahámicas, lo cual no puede justificarse de ninguna manera.
Kanani pidió a los estados europeos, en los que se perpetraron insultos tan vergonzosos, que traten con severidad a los criminales o los entreguen a los países islámicos.
El alto diplomático persa continuó diciendo que al respecto, Irán convocó a los embajadores de Suecia y Dinamarca en Teherán, envió una nota de protesta a Estocolmo y escribió una carta al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Agregó que el canciller de la República Islámica, Hosein Amir Abdolahian, mantuvo una conversación telefónica con Hissein Ibrahim Taha, secretario general de la Organización de Países Islámicos (OCI), sobre el asunto.
Teherán cree que los países islámicos deberían utilizar sus capacidades para evitar la repetición de tal tipo de acciones, subrayó.
A principios de esta semana, Salwan Momika, un refugiado iraquí de 37 años que vive en Suecia, pisoteó y pateó el Sagrado Corán, pocas semanas después de que prendiera fuego a las páginas del libro sagrado frente a una mezquita de Estocolmo.
Por otro lado, el viernes, miembros del grupo islamofóbico y nacionalista de extrema derecha “Danske Patrioter quemaron un ejemplar del Sagrado Corán frente a la Embajada de Irak en Copenhague, Dinamarca.
En otra parte de sus declaraciones, el vocero persa culpó a la administración estadounidense por prolongar el proceso de intercambio de prisioneros.
Kanani dijo que a Washington le falta la determinación para finalizar el intercambio de prisioneros con Irán.
Irán siempre se ha tomado en serio el canje de prisioneros considerando la importancia que otorga al destino de sus ciudadanos, subrayó.