La oficina del Primer Ministro británico anunció el viernes que ha añadido a su lista de sanciones a 7 personas y 6 entidades iraníes involucradas en la operación "Verdadera Promesa".
Según esta declaración, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, la Armada de la Guardia Revolucionaria Islámica, el Estado Mayor Central y el Comandante de la Base Khatam al-Anbiya, así como algunos miembros de la organización de defensa aérea, además del Ministro de Defensa de Irán, han sido agregados a la lista de sanciones.
En la declaración se menciona que las sanciones del Reino Unido, en coordinación con Estados Unidos, "en respuesta al ataque directo de Irán contra Israel (tierras ocupadas) el 14 de abril", fueron impuestas. Estas sanciones se discutieron durante la presencia de David Cameron, Ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, en la cumbre del Grupo de los Siete en Italia.
Cameron, al continuar con la demonización de la legítima acción de nuestro país, alegó: La decisión de Irán de lanzar cientos de aviones no tripulados y misiles hacia Israel representaba una grave amenaza de causar miles de bajas civiles y aumentar las tensiones en la región.
Él afirmó: Las sanciones anunciadas hoy junto con Estados Unidos reflejan nuestra clara condena al ataque de Irán contra un país independiente.
El Ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, pasando por alto las acciones ilegales y desestabilizadoras del régimen sionista en la región, declaró: Irán debe abstenerse de su comportamiento imprudente e ilegal, ya que un aumento mayor de las tensiones no beneficia a nadie.
Rishi Sunak, el Primer Ministro británico, también afirmó en esta declaración: El ataque de Irán a Israel fue una acción imprudente y peligrosa. Estas sanciones limitarán la capacidad de Irán para desestabilizar la región.
Irán, basándose en su derecho inherente a la legítima defensa según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y en respuesta a las repetidas agresiones militares del régimen israelí, especialmente el ataque militar contra una instalación diplomática iraní que, que constituyó una clara violación del derecho internacional y del párrafo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, y tras la incapacidad del Consejo de Seguridad para tomar las medidas necesarias para condenar y responsabilizar al agresor, llevó a cabo una serie de ataques militares contra objetivos militares en territorios ocupados.