La ceremonia en conmemoración a los servidores del mártir de la dignidad de Irán y los iraníes se llevó a cabo con la presencia de representantes de seguidores de religiones monoteístas este en la Fundación de Estudios Iraníes.
Jonathan BetKolia, presidente de la Asociación de Asirios de Teherán, en sus palabras enumeró al presidente mártir como uno de los orgullos de la tierra de Irán y consideró la presencia única del pueblo en su histórico cortejo y el de sus compañeros como un signo de la gran dignidad del mártir presidente y presentó a los mártires como un modelo único para servir a la nación.
Ara Shaverdian, representante de los armenios de Teherán y el norte de Irán en la Asamblea Consultiva Islámica, también resaltó la importancia de la unidad del pueblo en el país y presentó al presidente mártir como un modelo adecuado para dirigir Irán.
Homayoun Sameyeh, representante de Judíos persas en la Asamblea Consultiva Islámica, también consideró importante la atención del mártir presidente hacia las minorías y religiones.
Shirley Anwaye Tekieh, representante de los cristianos asirios y caldeos en la Asamblea Consultiva Islámica, también se refirió a las experiencias laborales del presidente mártir desde el inicio de la Revolución, donde desde el comienzo se esforzó en servir al pueblo y entre todas las minorías y etnias iraníes, fue un mártir querido y popular.
Su Eminencia el sacerdote Ninos Moqadasnia también dijo: El mártir Ibrahim Raisi y los mártires del servicio estuvieron sirviendo al pueblo iraní hasta el último momento, y aquellos que dedicaron su vida al servicio y la adoración siempre serán recordados y alcanzarán la felicidad eterna.
Su Eminencia el sacerdote Gregory Nersessian, asesor del Consejo de Liderazgo Armenio de Teherán, también consideró al mártir Ayatolá Raisi y sus compañeros como servidores sinceros y sacrificados, enfatizando que el mártir presidente de Irán puede ser presentado como un modelo de servicio incondicional al pueblo, quien sacrificó su vida por el orgullo de Irán y los iraníes, convirtiéndose en un buen ejemplo para las generaciones futuras.
Asimismo, Afshin Namiraniyan, presidente de la Asociación de Zoroastrianos de Teherán, consideró que la realización de una ceremonia conmemorativa como esta es un signo de solidaridad y unidad de las religiones divinas y la unión y cohesión de las etnias iraníes, calificando tal acción como excepcional.