Jeremy Lawrence, portavoz principal de derechos humanos de la ONU, en una entrevista con un medio estadounidense, dijo: "Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se mostró conmocionado y horrorizado por las palabras del ministro israelí, quien según él, dos millones de palestinos en Gaza deben morir de hambre".
Lawrence, señalando que dejar morir de hambre a civiles como método de guerra es un crimen de guerra, dijo: "El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condena enérgicamente estas palabras. Estas declaraciones también incitan al odio contra civiles inocentes".
Aclarando que el castigo colectivo del pueblo palestino también es un crimen de guerra, afirmó: "Esta declaración directa y públicamente corre el riesgo de incitar a otros crímenes brutales".