Personas de diferentes nacionalidades y religiones, portando banderas palestinas, coreaban lemas sobre la justicia, el fin del apartheid, la detención inmediata de la guerra y gritaban: "Detengan la ocupación" y "Liberen Palestina".
Inicialmente, se congregaron en una zona cercana al Palacio Real del Reino Unido, expresando su solidaridad con el pueblo palestino oprimido, y luego marcharon hacia la embajada del régimen sionista. La policía de Londres se había opuesto previamente a los lugares de reunión de los manifestantes y había impedido la celebración de la protesta de hoy.
La campaña conocida como "Detengan la guerra" emitió un comunicado la noche anterior anunciando que, después de una semana de disputas con los representantes de la policía y los acuerdos alcanzados, la protesta de hoy (sábado) se llevaría a cabo según lo previsto.
Los participantes en la marcha de hoy insistieron en que continuarán sus protestas hasta que cese la matanza del pueblo palestino. También pidieron en sus lemas el cese completo de la venta de armas al régimen sionista.
Cabe señalar que el gobierno británico ha suspendido alrededor de 30 licencias de venta de armas al régimen sionista debido a la "preocupación por su uso en violaciones graves de los derechos humanos internacionales".