El ataque tenía como objetivo a un grupo de civiles chiíes que esperaban a sus compañeros que regresaban de Karbala, Iraq, después de la peregrinación al santuario sagrado del tercer Imam de los chiíes, Imam Hosein (P).
Kanani se solidarizó con las familias de las víctimas y rezó por la pronta recuperación de los heridos en el ataque.
Expresando el apoyo de Teherán a las medidas antiterroristas de las autoridades afganas, Kanani pidió el castigo inmediato de los culpables.
El grupo terrorista Daesh asumió la responsabilidad del ataque armado contra civiles en la provincia de Ghor publicando un artículo en el mensajero Telegram y afirmó que 15 personas murieron y otras 6 resultaron heridas en este ataque.
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