La operación tuvo éxito gracias a la vigilancia persistente y los esfuerzos ofensivos de las fuerzas de inteligencia de Sistán y Beluchistán, que estaban siendo apoyadas por las unidades militares provinciales.
Los arrestados en los condados de Rask y Sarbaz pretendían utilizar armas de fuego y explosivos para llevar a cabo actividades terroristas y sembrar la inseguridad en la provincia.
Sus escondites de armas también fueron descubiertos y confiscados en la operación.