En la sesión semanal de su gabinete, Benjamín Netanyahu asumió oficialmente dos actos de terrorismo que Israel cometió contra El Líbano.

El Primer Ministro israelí ha declarado que, la explosión de buscapersonas y también asesinato del difunto líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, se llevó a cabo a pesar de la oposición de los funcionarios sionistas de alto rango, en especial, los ministros de su gabinete.

En otra parte de sus palabras, Netanyahu informó que en los últimos días ha conversado con el presidente electo de EEUU Donald Trump, sobre “las amenazas por parte de Irán”.

En cuanto a la liberación de los rehenes sionistas en Gaza, el jefe del régimen israelí afirmó: “Sobre el intercambio de prisioneros, algunos dentro y fuera mienten, se miente a las familias de los secuestrados, Hamás no ha hecho nada desde el asesinato de 6 rehenes, y su posición se ha intensificado”.

Entre el 17 y el 18 de septiembre, El Líbano fue escenario de una escalofriante operación terrorista orquestada por la entidad sionista, cuando miles de buscapersonas y sistemas de comunicación inalámbrica fueron destruidos.

Las Naciones Unidas y muchos otros países en todo el mundo han condenado el ataque, tachándolo de inaceptable por su impacto masivo sobre los civiles inocentes.