La distancia entre el desierto de Maranjab, en la provincia de Isfahán, y las ciudades centrales de Teherán y Kashán no es muy lejana, por lo que los turistas tienen la oportunidad de visitar esas dos metrópolis también.
Maranjab es uno de los escasos desiertos ubicados en la Ruta de Seda, y el antiguo caravasar en el corazón del mismo justifica su importancia al haber hospedado las caravanas que recorrían las vías comerciales hace muchos años.
Actualmente, este histórico caravasar, situado junto a un Qanat (una infraestructura compuesta por una amplia red de túneles subterráneos), es conocido por su belleza, y se ha convertido en un alojamiento turístico en el que los visitantes disfrutan de una emocionante y agradable estancia.
La visita a un desierto siempre despierta el interés de los turistas por descubrir todas sus bellezas y atractivos, pero durante la primera mitad de la primavera, el otoño o el invierno, cuando la temperatura media oscila entre los 19 grados centígrados por las mañanas y los 5 grados por las noches, es el mejor momento para viajar al desierto de Maranjab.
A lo largo del verano, la temperatura asciende hasta los 40 grados, y no es aconsejable visitar la zona.
Los visitantes podrán asimismo montar en camello, caminar descalzos sobre la arena suave, contemplar el cielo estrellado, alojarse en los antiguos caravasares, experimentar la emoción de conducir un 4x4, o pasar un tiempo de descanso lejos de la ajetreada ciudad, etc. Y esas son solo algunas de las agradables experiencias que podrán gozar durante su viaje al desierto de Maranjab.
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El desierto de Maranjab, la región desértica de Irán más espectacular
19 mar 2019, 11:45
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Teherán, 19 de marzo de 2019, IRNA- La satisfacción de viajar a una zona desértica, contemplando las hermosas colinas de arena suave o el cielo estrellado en la oscuridad de la noche puede experimentarse en el "Desierto de Maranjab", situado en el centro de Irán.