Su firme liderazgo a lo largo del levantamiento popular que propició la Revolución Islámica en 1979, junto con su resistencia durante los años de la devastadora guerra de Iraq contra Irán respaldada por los estados occidentales, han convertido al Imam Jomeini en un líder ejemplar y una cuestión de intensivos estudios de investigación sociológica y política.
Numerosas personalidades influyentes realizaron comentarios y observaciones sobre el enfoque del carismático líder iraní, entre los que pueden destacarse:
El líder anti-apartheid de Sudáfrica, Nelson Mandela, afirmó que el gran Imam Jomeini no solo fue un líder para el pueblo iraní, sino que lo fue también de todos los movimientos de lucha por la libertad en todo el mundo, describiendo al líder iraní como un personaje excepcional.
Mijail Sergeyevich Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, manifestó que el Imam Jomeini dejó una gran herencia en la historia del mundo al pensar y anticiparse más allá de su tiempo y lugar.
Por su parte, el icónico periodista y escritor egipcio Mohamed Hassanein Heikal describió al Imam Jomeini como una “bala” disparada en los primeros años del Islam que llegó hasta el mismo corazón del siglo XX.
Allameh Amini, el gran erudito musulmán shií conocido por su Al Qadir, se refirió al fundador de la República Islámica de Irán como un depósito de Dios para los musulmanes shiíes.
Y el líder revolucionario cubano Fidel Castro expresó su orgullo por haber conocido personalmente al Imam Jomeini, al que describió como un gran personaje histórico y un verdadero líder ejemplar.
El Imam Jomeini falleció el 3 de junio de 1989.
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