La declaración señala que lo que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos manifestó sobre los recientes incidentes en Irán resulta lamentable en términos de credibilidad y está completamente contaminado con falsas acusaciones e informaciones incorrectas.
El comisionado acusaba a los funcionarios iraníes de no mostrarse transparentes en la gestión de los disturbios, a pesar de que desde el comienzo de los incidentes, las autoridades judiciales, de seguridad y los medios de comunicación del país divulgaron toda la información de forma precisa, en comparación con otros países, como Francia, Gran Bretaña y EEUU, según el comunicado.
Las manifestaciones populares contra algunas políticas del gobierno no son nada nuevo, especialmente en la República Islámica de Irán, la democracia más importante de Asia occidental, víctima a su vez del terrorismo económico más extendido por las sanciones unilaterales de EEUU y sus aliados, añade el comunicado, criticando que el despliegue de decenas de terroristas que destruyeron instalaciones sensibles de la vida pública y la bárbara masacre contra personas inocentes han pasado desapercibidas por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La declaración recomienda al ACNUDH:
1-Realizar investigaciones a gran escala e imparciales para que den a conocer las redes terroristas, con el objetivo de que se pueda restablecer la confianza pública perdida en ese importante organismo internacional.
2-Clarificar el papel que desempeñaron EEUU y sus aliados europeos y sionista en los disturbios y los derramamientos de sangre en la región, para impedir que las potencias hegemónicas establezcan un "nuevo Daesh".
Finalmente, el comunicado insiste que tras los recientes disturbios por la subida del precio de los combustibles, no se han detenido a los manifestantes pacíficos, y solo los que violaron los derechos de la nación se enfrentarán legalmente al Poder Judicial, pues el Líder Supremo ordenó a los responsables iraníes que aquellos sospechosos de estar involucrados en los recientes disturbios fueran tratados con "compasión islámica".
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