En una entrevista exclusiva con IRNA, Al-Asadi aseguró que las marchas del Día de Al-Quds son una de las vías más importantes de presión en las asambleas legislativas, particularmente en los países europeos, y también en algunas instituciones internacionales, como el Tribunal Internacional de La Haya.
El diputado explicó que los países europeos y EEUU son los más influyentes en la cuestión Palestina, por lo que los centros de toma de decisiones de esos estados podrían verse interpelados por las manifestaciones de Al-Quds en defensa de los derechos de los palestinos.
“Para los países con sistemas dictatoriales es posible que las protestas y las demandas populares sean estériles, pero en los países democráticos, especialmente los europeos, suponen un factor de presión para sus legislativos y pueden contribuir en la toma de decisiones para cristalizar los legítimos derechos de la nación palestina”, añadió.
“Hemos visto como, fruto de la presión por esas manifestaciones y concentraciones, algunos países europeos han adoptado medidas contra varios responsables del régimen sionista, vetándolos de viajar a sus países al estar acusados de cometer crímenes de guerra contra los palestinos, señaló.
Al-Asadi subrayó asimismo que la masiva participación en esas manifestaciones traslada esencialmente las demandas públicas y denuncia el sufrimiento de una nación, por lo que son imprescindibles para la consecución de sus necesidades.
Y finalmente, hizo hincapié en que las marchas del Día Mundial de Al-Quds deben proseguir hasta el cumplimiento definitivo de todas las reclamaciones de la nación palestina.
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