13 ene 2021, 10:11
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Político boliviano: El golpe de Estado en Bolivia tenía como objetivo romper los lazos con aliados como Irán

Teherán, IRNA- El golpe de Estado de noviembre de 2019 contra el gobierno legítimo de Evo Morales fue propiciado por el desprecio del gobierno ultraconservador de EEUU, y tenía como objetivo dominar los recursos de Bolivia y evitar que florecieran las relaciones amistosas y estratégicas que mantenía con aliados como Irán, Rusia, China, o la India.

Así lo explicó Juan Ramón Quintana, asesor clave del expresidente boliviano, en una entrevista con IRNA.

“La lección que nos deja el golpe de Estado es que no se debe bajar la guardia ni un solo minuto frente a las estrategias desestabilizadoras de EEUU”, subrayó.

Quintana señaló que las relaciones de Bolivia con Irán se fundamentan en los principios esenciales con los que nacieron las Naciones Unidas: paz, estabilidad global, justicia, respeto a la soberanía y respeto de los derechos humanos, además del multilateralismo.  Ambos países comparten además la necesidad de reducir las asimetrías, impulsar la cooperación Sur-Sur, compartir logros en los campos de la ciencia y la tecnología, e impulsar procesos comerciales simétricos y justos.

“Bolivia mantiene como principio esencial el respeto al multilateralismo y desde este prisma interpreta sus relaciones internacionales. La política del multilateralismo y del diálogo es la base de una convivencia civilizada entre los Estados”, añadió.

“Recuerdo muy bien que cuando Evo llegó al poder en 2006 un grupo de senadores de EEUU le pidieron suspender las relaciones con Cuba, Venezuela e Irán si deseaba mantener buenas relaciones con EEUU. Evo respondió que, así como EEUU es libre de tener relaciones con Rusia y China, Bolivia era libre de elegir a sus aliados y que el tiempo de su sometimiento había terminado”, señaló destacando la importancia de las relaciones de su país con Irán.

Las relaciones de Bolivia con Irán forman parte del rediseño de la política exterior que no solo evalúa la condición positiva en la construcción de alianzas estratégicas extrahemisféricas, sino de alineamientos programáticos globales en los que la lucha antiimperial y anticapitalista ocupa un lugar prioritario, añadió

Quintana enfatizó asimismo la necesidad de fortalecer las relaciones con Irán con el que Bolivia mantiene puntos de vista coincidentes, en particular el enfoque sobre un mundo sin guerras y libre de colonialismos.

Bolivia, seguramente como Irán, no dejará de lado su compromiso ético y político contra las guerras o la intervención extranjera en asuntos internos de otros países, ni dejará de de condenar las decisiones imperiales unilaterales y despóticas, como el bloqueo, las sanciones comerciales, económicas y financieras contra nuestros pueblos.

Ambos países rechazan categóricamente el uso de las sanciones unilaterales, que además de ignorar las resoluciones de las Naciones Unidas, condenan a nuestros pueblos al hambre y la extrema pobreza, unas armas innobles y arrogantes, intolerables en las sociedades civilizadas del siglo XXI. E indudablemente, los gobiernos progresistas que salgan de las urnas en América Latina compartirán estos principios fundamentales que contribuyen a la convivencia pacífica.

A Bolivia como a Irán nos acerca la necesidad de construir un nuevo orden mundial más justo, pacífico, libre de guerras de conquista y la convivencia internacional basada en el respeto a las soberanías nacionales, señaló.

Considerando que las políticas sociales ocupan el primer renglón de los programas de los gobiernos progresistas, los campos de la cooperación y la complementariedad deberían estar inscritos en el desarrollo humano, así como el intercambio de conocimientos, el comercio justo, la transferencia tecnológica o la asistencia técnica en las áreas especialmente dirigidas a la producción de medicamentos, alimentos u otros artículos de consumo masivo a bajo coste. Los sectores energéticos y de hidrocarburos son áreas estratégicas en las que Irán y Bolivia deberán trabajar intensamente.

Respecto a las sanciones impuestas por EEUU contra Irán, Bolivia y otros países, Quintana denunció que las presiones unilaterales de EEUU contra aquellos pueblos que quieren ser libres de toda dominación capitalista e imperial constituyen una flagrante violación de los principios de las Naciones Unidas.

La diplomacia del multilateralismo debe ser fortalecida a través de la diplomacia de los pueblos, añadió.

La liberación de nuestros pueblos solo será fruto de sus luchas comunitarias y de su resistencia colectiva con el objetivo de frenar toda forma de colonización, concluyó.

9490**1233

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