Las bellas y únicas montañas de Chabahar, en el sureste de Irán, son tan atractivas e impresionantes que muchos turistas se desplazan a la zona para contemplar sus extraños y singulares paisajes. La inclusión de las montañas diminutas en la categoría de fenómenos ecológicos especiales duplica el interés de los turistas e investigadores profesionales por conocerlas.
Los depósitos de cal se han formado por los restos de cuerpos de crustáceos y peces; la arena y la arcilla son los principales componentes de los depósitos de estas montañas que singularizan Chabahar. Y en la exuberante estación primaveral la zona adquiere una belleza inigualable, según explicó el ministro iraní de Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo, Ali Asghar Munesan, incluyendo algunas fotos en su cuenta de Instagram.
Para contemplar las montañas de Chabahar y la impresionante naturaleza de la zona, debe dirigirse de Chabahar a Gwadar, a unos 85 km.
Ante el brote del coronavirus, ahora es el mejor momento para explorar y conocer la cultura y el paisaje de Irán. Según un estudio reciente, se pueden planificar numerosos destinos interesantes y novedosos, individuales o grupales, para cuando haya desaparecido el coronavirus.
La ciudad de Chabahar es muy conocida pues alberga muchas bellezas. Cada año, numerosos turistas viajan a la zona para experimentar el ecoturismo. Uno de los paisajes más pintorescos es la carretera Chabahar-Puerto de Gwadar. Las montañas en forma de cono por un lado y una laguna rosada con arenas rojizas y arbustos del desierto por otro han convertido esa ruta en una de las más hermosas de la provincia de Sistán y Baluchistán.
La altitud de las montañas es variable; algunas alcanzan los cinco metros, mientras que otras superan los 100. Esa cadena montañosa puede encontrarse también en la montaña Hezar Darreh, al este de Teherán, compuesta por areniscas conglomeradas y algunos sedimentos arcillosos.
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