El “Simorgh,” construido utilizando tecnología virtual y de computación en la nube, ocupa un área de aproximadamente 250 metros cuadrados, aunque puede ampliarse hasta los 400 metros.
Este superordenador nacional, con una capacidad de 42 racks (y que puede ampliarse hasta los 84 racks), se engloba en el tercer nivel del estándar TIA-942 y puede alcanzar una potencia de procesamiento de 5 petaflops (ampliables a 10 petaflops en una siguiente fase).
Con la actual capacidad de procesamiento, Irán se convierte en uno de los 30 países que cuentan con supercomputadoras con capacidad de petaflops, aunque los países que disponen los conocimientos técnicos para diseñar y construir esos ordenadores a escala de petaflops no alcanzan esa cifra, por lo que ese logro representa un gran honor para la comunidad científica y tecnológica de nuestro país.
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