Gabriel Boric de 36 años, asumió este viernes oficialmente como el presidente de la República, tras su investidura.
En un discurso de casi media hora, el mandatario repasó los distintos lineamientos de lo que será su administración, despertando el interés de la prensa internacional, informó Prensa Latina.
Boric también prometió acompañar de manera entusiasta el proceso hacia una carta magna en reemplazo de la existente desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Necesitamos una Constitución que nos una, que sintamos como propia, que a diferencia de la que fue impuesta a sangre, fuego y fraude por la dictadura, nazca en democracia, de manera paritaria, con participación de los pueblos indígenas”, expresó.
Hace algunos años el presidente, en una conferencia de prensa cuestionó las violaciones de los DD.HH del pueblo palestino por parte de Israel y llamando a Israel “un asesinado régimen de genocidio”, comprometió sancionar completo del régimen sionista.
El nuevo presidente manifestó su decisión de trabajar junto con los países vecinos para enfrentar los enormes desafíos. “Somos profundamente latinoamericanos y desde este continente haremos esfuerzos para que la voz del sur se vuelva a escuchar firme en un mundo cambiante”, declaró.
En opinión del jefe de estado argentino, Alberto Fernández, el nuevo gobierno chileno supone “un gran impulso” para América Latina; mientras, su homólogo boliviano, Luis Arce, consideró que la investidura de Boric permitirá fortalecer los puentes de integración regional.
Para los expertos, el Gobierno de Boric supone el inicio de una nueva era política, puesto que el joven mandatario es el primer presidente que no forma parte de los dos grandes bloques de centro que gobernaron desde el retorno a la democracia en 1990 y es el más izquierdista desde Salvador Allende (1970-1973).
"El nuevo presidente chileno tiene dos espíritus en constante conflicto: uno más revolucionario y otro más moderado", dijo un experto español según citó la agencia de noticias Efe. Entonces, si Boric gobierna en primer lugar, probablemente no habrá mucha diferencia en la escena latinoamericana. Pero si muestra su lado más moderado, se convertirá en una especie de enlace entre los líderes latinoamericanos de diferentes facciones.
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