En una carta dirigida al ministro danés de Inmigración, Mattias Tesfaye, kazem Qaribabadi se opuso a la deportación de la mujer con dos de sus hijos, mientras que un tercer niño, de solo un año, fue separado de ella y se quedó con el padre de los niños en Dinamarca.
Asimismo, describió el comportamiento de los agentes daneses como una violación de las obligaciones del país europeo en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño, la prohibición de la violencia contra la mujer y la violación del artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 7 de la Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
“Los videos y fotos publicados muestran a cuatro personas clavando violentamente a esta ciudadana iraní en el suelo y sosteniendo su cabeza contra el pavimento. Un oficial vestido de civil también sale de un vehículo con esposas y esposas para las piernas para restringir el movimiento de la mujer. Algunos informes indican que el maltrato violento a la madre tuvo lugar justo en frente de los ojos de su hijo", se lee en su carta.
El alto funcionario judicial iraní instó a Tesfaye y a otros funcionarios competentes daneses a que detengan estas prácticas inhumanas y dejen de tratar a los ciudadanos de otros países con doble rasero.
Asimismo, pidió medidas para reparar el daño material y moral sufrido por la víctima de la violencia, pidiendo a Tesfaye que impida la expulsión forzosa de la mujer de Dinamarca.
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