Aun no ha pasado más de dos años desde la publicación de las controvertidas caricaturas del Profeta Muhammad (PB) en la revista satírica francesa Charlie Hebdo, y esta vez mediante otra medida tendenciosa se produjo una gran violación de los derechos de millones musulmanes.
El líder del partido ultraderechista sueco-danés Stram Kurs, Rasmus Paludan, con el apoyo de la policía sueca y en una medida prevista con anterioridad, quemó el libro sagrado de los musulmanes, el jueves 14 de abril en la ciudad sureña de Linköping,
Al día siguiente, Paludan, conocido por las actividades contrarias al Islam, repitió su acto en Rinkeby, lo cual despertó una oleada de protestas y condenas a nivel mundial.
A lo largo de los últimos años Paluden había cometido actos similares en Dinamarca, y a pesar de que intentó quemar el Corán en otros estados europeos, como Alemania y Francia, no logró hacerlo puesto que la policía lo había impedido, sin embargo, la medida adoptada por parte de la policía sueca en respaldar a quemar el libro sagrado de los musulmanes por parte de un extremista es muy discutible.
Mientras tanto, la actuación de la policía y el gobierno de Suecia al no tomarse en serio esta acción, que es, de hecho, una violación de las libertades de los demás y un crimen, ha sido criticada por muchos funcionarios y destacadas personalidades.
En la Constitución sueca, la lista de derechos y libertades incluye seis libertades relacionadas con la libertad de pensamiento: libertad de expresión, libertad de información, libertad de sociedad, libertad de manifestación, libertad de asociación y libertad de religión. Mientras tanto, solo la libertad de religión es incondicional.
Lo que se desprende de las definiciones de libertad de expresión en los mencionados documentos internacionales no es, de ninguna manera, una justificación para insultar o ridiculizar otras creencias
La libertad de expresión se aplica en la medida en que no contradiga con otros derechos. Herir los sentimientos y creencias de más de mil millones de musulmanes en todo el mundo bajo el pretexto de la libertad de expresión no solo es inaceptable por cualquier lógica y razonamiento, sino es contrario a los mismos documentos, convenciones y tratados que presentan la libertad de expresión como uno de los derechos del ser humano.
Las recciones ante la quema del Corán en Suecia
El director del Centro para las Relaciones entre Musulmanas en Dinamarca, Michael Sebastian Abbasi, acusó a Rasmus Paludan de crear disturbios contra los musulmanes, criticando a la policía sueca por haberle dejado cometer ese acto.
A su vez, el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores denunció que la repetición deliberada de este tipo de acciones en Suecia durante el sagrado mes de Ramadán hiere los sentimientos de los musulmanes en este país y en todo el mundo, urgiendo al gobierno sueco a tomar una reacción inmediata, fuerte y clara ante este suceso ofensivo.
Por su parte, el director de la Tercera Oficina de Europa Occidental del Ministerio de Exteriores iraní condenó esa acción insultante, añadiendo que insultar la santidad de más de dos mil millones de musulmanes del mundo y herir sus sentimientos es el peor abuso posible de la libertad de expresión.
“Este desafortunado incidente, que se llevó a cabo bajo la protección de la policía sueca, ha estropeado la imagen de Suecia entre los musulmanes del mundo”, manifestó el funcionario persa.
De igual modo, otros países islámicos, incluidos Arabia Saudí, Egipto, Jordania, Qatar, Indonesia, Iraq, etc. condenaron enérgicamente este acto provocador y la profanación del Sagrado Corán.
El doble rasero del occidente respecto a la cuestión de la libertad de expresión
El doble rasero de los países occidentales respecto al tema de la libertad de acción supone como si la libertad se limitara solo a los ciudadanos indígenas y no a los inmigrantes.
Por otra parte, según el Dr. Hassan Nafaa, el destacado profesor de la Universidad de El Cairo, los funcionarios de los países donde prevalece el antiislamismo, al justificar su neutralidad ante tales comportamientos extremistas, afirman que debido al dominio de expresión de libertad su país es negligente en su responsabilidad de tomar una decisión o emitir la respectiva orden; sin embargo, uno tiene que preguntarse por qué en cuanto al escepticismo sobre el Holocausto y los problemas israelíes no hay libertad.
En este sentido cabe citar las palabras del Líder Supremo de Revolución Islámica de Irán, quien se pregunta ¿por qué ofender a las santidades y profetas significa libertad de expresión, pero al mismo tiempo no se permite realizar investigaciones científicas sobre el Holocausto? un punto inteligente que revela la naturaleza contradictoria de las teorías y acciones de los gobiernos occidentales.
De igual modo, el Guía iraní, había denunciado en 2020 la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en la revista satírica francesa Charlie Hebdo, insistiendo: "La excusa de la libertad de expresión para no condenar este gran crimen es completamente erróneo y demagógico".
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