El izquierdista Gustavo Petro, representante del Pacto Histórico, y también el exalcalde de Bogotá, obtuvo la mayoría de los votos en la segunda ronda de las elecciones presidenciales de Colombia (11.185.671 votos, equivalentes al 50,49 %) y fue elegido como el primer presidente izquierdista de ese país para el período 2022-2026.
Según los expertos, esta victoria marcará un punto de inflexión en las perspectivas futuras de Colombia; En una entrevista con la sección española de IRNA, el director de Investigación de la Casa de América Latina, Abdul Hamid Shahrabi, analizó los desarrollos y posibles enfoques del nuevo gobierno colombiano.
La victoria de Gustavo Petro se considera el inicio de una nueva era en Colombia y un punto de inflexión para desarrollos futuros en la política exterior de ese país hacia los Estados de la región y el mundo. En tu opinión, ¿Qué novedades le esperan a Colombia?
Colombia ha sido el aliado más cercano de Estados Unidos en la región latinoamericana, donde Estados Unidos tiene dos bases navales, tres bases aéreas y dos bases terrestres, y bajo la bandera de la lucha contra el contrabando, ha mantenido estas fuerzas listas para reprimir las luchas de liberación en esta región. Hoy, en este país ha tomado posesión un presidente que, no solo no es un aliado incondicional de la Casa Blanca, a diferencia de presidentes anteriores, sino que ha anunciado su intención de reconsiderar la relación de su país con el imperio estadounidense. Independientemente de la medida en que el nuevo presidente colombiano decida y actúe con independencia de Estados Unidos en el futuro, el hecho de que haya planteado la inevitable necesidad de reconsiderar las relaciones con Estados Unidos es en sí mismo un cambio fundamental. El recuerdo del despliegue militar de EEUU en Colombia hace dos años, para dar un golpe de Estado en Venezuela y designar al autoproclamado presidente Juan Guaidó, todavía sigue vivo en la mente. Considerando estos hechos, la revisión de la relación de Colombia con Estados Unidos, que fue parte de la campaña electoral de Gustavo Petro, ha hecho sonar la alarma contra los intereses hegemónicos estadounidenses.
Con respecto a los posibles desarrollos que le esperan a Colombia, el experto de América Latina dijo: “Esto depende de varios factores. El factor más importante es la capacidad del nuevo gobierno para responder a la gran brecha entre las clases sociales en Colombia. Colombia, con el 50,2% de coeficiente de Gini, tiene el mayor índice de profundas desigualdades sociales de América Latina después de Honduras, según algunas fuentes estadísticas, y después de Brasil y Honduras, según otras fuentes. Esta situación se está deteriorando de manera que en 2018 alrededor del 34,7% de la población y en 2019 alrededor del 35,7% de la población vivía por debajo del umbral de la pobreza. La mala situación social en Colombia, que se debe en gran medida al dominio económico y al saqueo de los recursos naturales del país por parte del sistema imperialista y con la participación de los grandes y dependientes inversionistas colombianos, es tal que en 2021 se produjeron las mayores huelgas de la historia del país a nivel nacional. Otra manifestación de esta situación inestable surgió en las recientes elecciones presidenciales, cuando los dos principales candidatos rivales entraron en escena electoral con el lema “cambio”. Gustavo Petro, de 62 años, quien se unió al grupo M-19 a la edad de 19 años y luego se convirtió en miembro del Senado y alcalde de la capital colombiana Bogotá en 2011, fue designado como el presidente de Colombia con el 50,49% por ciento de los votos, tras dos derrotas en las elecciones presidenciales de 2010 y 2018. Petro ha prometido incluir en su agenda la reforma agraria y recaudar impuestos exponenciales de los ricos, reconsiderar la explotación de los recursos petroleros por parte de empresas internacionales, generar energía limpia para el medio ambiente e invertir en mejorar la seguridad social y mejorar la educación y la salud pública. Además, prometió trabajar por la unificación de los países sudamericanos. Petro también enfrenta grandes desafíos para concluir un acuerdo de alto el fuego con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), combatir la violencia y el narcotráfico, y el tema de los inmigrantes extranjeros (un millón y medio de inmigrantes venezolanos). Por lo tanto, los desarrollos posteriores de Colombia dependen, por un lado, del papel de su gobierno en la lucha contra la hegemonía estadounidense y el establecimiento y fortalecimiento de la unidad regional y transregional para este propósito, y por el otro lado, depende de la medida en que cumpla sus promesas en los asuntos internos de Colombia.
Dado que Colombia fue uno de los principales aliados de Estados Unidos en la región durante las presidencias anteriores, con la presidencia de una figura de izquierda por primera vez, ¿qué cambiará en cuanto a las relaciones entre los dos países y la influencia de Washington en América Latina?
Para acabar con la influencia de EEUU, por encima de todo, y aún más importante que buenas intenciones y motivaciones y un historial de lucha, se necesita un plan de acción independiente; Un plan que en lugar de seguir políticas neoliberales destructivas como las privatizaciones que garantizan la protección de los intereses oligárquicos, la desregulación de la economía y la sumisión a la llamada economía "libre", satisface las demandas de la mayoría desposeída y en este sentido, se compromete a liberar las fuerzas productivas sobre la base de la preservación de los intereses nacionales. Pero es mucho más fácil decir esto que implementarlo, porque la misión de la influencia estadounidense es precisamente impedir que se lleve a cabo tal plan.
Hay valiosas experiencias al respecto. ¿Por qué Brasil, bajo el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y sus líderes Lula da Silva y Dilma Rousseff, así como Argentina bajo la presidencia de Cristina Fernández Krishner, reemplazó a Michel Tamer y Mauricio Macri, los dos políticos influyentes y afiliados a EEUU? No había nada malo con sus motivos. No hubo objeción a su falta de antecedentes de campaña, porque todos tenían antecedentes de campaña. El problema era que estos políticos bien motivados y experimentados no tenían la voluntad necesaria para abandonar las políticas neoliberales; La falta fue que para contrarrestar la influencia y el sabotaje de Estados Unidos no recurrieron debidamente a su base social entre la gran cantidad de personas desposeídas y oprimidas y no continuaron movilizando esta fuerza de liberación. Estas son las experiencias que servirán para que el nuevo presidente de Colombia logre distanciarse de Estados Unidos y cumplir sus promesas progresistas.
Es el líder de un vasto movimiento social que incluye fuerzas que no han tenido una participación en el poder en Colombia durante una larga historia. Promueve el empoderamiento de los negros, los pobres, juventud desfavorecida, los activistas contra la discriminación y los pueblos indígenas colombianos, y es muy popular entre esta amplia gama de fuerzas sociales.
¿Cuál es su visión de las relaciones de Colombia con otros países del mundo, incluido Irán? Teniendo en cuenta que el presidente electo de Colombia, al apreciar y defender al general Soleimani por enfrentarse a Daesh, había criticado fuertemente el intento de la anterior administración estadounidense de asesinar ilegalmente al general Soleimani, ¿Cuál cree que será su futuro enfoque como presidente de Colombia?
Los comentarios de Petro al elogiar las luchas del mártir Soleimani y condenar su asesinato por parte de Estados Unidos muestran correctamente la profundidad de la influencia y la inspiración de la Revolución Islámica fuera de las fronteras de Irán e incluso en una región que está geográficamente lejos de nosotros y cuya gente tiene culturas y religiones diferentes a las nuestras. Durante su reciente visita a Irán, el presidente venezolano Maduro hizo comentarios similares sobre el carácter del mártir Soleimani. Nuestras relaciones con los países del Frente de Resistencia en América Latina han llegado hoy a un punto en que el Líder Supremo de la Revolución Islámica, durante una reunión con el Presidente de Venezuela, señaló que “Irán y Venezuela no tienen lazos tan estrechos con ningún otro país”.
Tenemos que apreciar este tipo de cercanía y profundizar nuestras relaciones con las naciones oprimidas de América Latina que luchan en otros baluartes de la lucha de liberación contra el enemigo común, el sistema hegemónico del imperialismo. Más victorias están en camino. Debemos mantener nuestra posición en adelante, en progreso, con ilusión, con constancia y con orgullo.
Y volviendo a otra parte de su pregunta, ¿cuál será el enfoque de Petro en el futuro como presidente de Colombia?
En este sentido, prefiero exponer lo que espero que sea su enfoque en lugar de anticipación. Esto significa que está llevando a cabo reformas fundamentales en el ámbito interno, apoyándose en su amplia base popular entre los movimientos sociales, y en el ámbito exterior, fortalece sus lazos con países independientes del sistema imperialista.
Un movimiento audaz de su parte que podría traer satisfacción y aliento al pueblo colombiano y, más ampliamente, a otras naciones oprimidas y amantes de la libertad es que presente la demanda legitima e independiente de desmantelar las bases militares de EEUU en Colombia. Desde la Casa de América Latina le deseamos éxito a Gustavo Petro en el cumplimiento de sus promesas.
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