“La gran nación de Irán no acepta ningún tipo de inseguridad y crisis en la región, y las naciones musulmanas de la región odian las relaciones humillantes de sus gobiernos con Estados Unidos, lo que ha llevado al saqueo de las riquezas de su país”, dijo el mandatario iraní durante su visita a la provincia de Kermanshah.
Señalando que el poder militar y la autoridad de la República Islámica es un factor de seguridad en la región hoy, el presidente dijo: “El régimen sionista no debe ser codicioso por el Oriente Medio y Asia, y nunca podrá tener relaciones normales en la región, y por lo tanto, la República Islámica considera que la injerencia de estos países en la región no es más que crear una crisis, porque estos países están en constante tránsito de inseguridad y terroristas en la región”.
“Consideramos que el poder de los estadounidenses es hoy más débil que nunca, y como dicen los propios occidentales, la política de máxima presión contra la República Islámica mediante la imposición de sanciones y amenazas ha fracasado, y no deberían volver a experimentar estas políticas del pasado”, concluyó.
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