Cuando se trata de palabras como intervencionismo, militarismo, ocupación, guerra y belicismo, se piensa instantáneamente en Estados Unidos como el país que tiene bases y fuerzas militares incluso en el punto más lejano del mundo, incluido la región de Asia Occidental.
Las personas y los gobernantes de diferentes países del mundo no son los únicos que acusan a EEUU de políticas belicistas, porque algunos funcionarios de alto rango dentro del establecimiento estadounidense han reconocido que el país tiene una historia belicista de más de dos siglos.
Hace cuatro años, el expresidente estadounidense Jimmy Carter le dijo a otro expresidente estadounidense, Donald Trump, en una llamada telefónica que la historia de Estados Unidos fue testigo de 226 años de guerras.
En medio de la reciente visita del actual presidente de EEUU, Joe Biden, a Oriente Medio, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, instó a Estados Unidos y a Occidente a poner fin a la interferencia en los asuntos internos de Oriente Medio.
EEUU ha convertido al continente asiático en un lugar inseguro en diferentes partes de Asia, desde Afganistán, que ocupó con el pretexto de combatir el terrorismo en 2001, hasta Iraq, que ocupó en 2003 con el pretexto de destruir armas químicas y de destrucción masiva.
En las últimas dos décadas, EEUU gastó alrededor de 1,8 billones de dólares para librar y continuar las guerras en Afganistán e Iraq desde 2001 hasta 2017. Otras evaluaciones muestran que los gastos del establecimiento estadounidense en temas relacionados con Iraq, Siria, Afganistán y Paquistán se estimaron en alrededor de 3,6 billones de dólares.
El Instituto Watson para Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Brown realizó una investigación que muestra que las guerras estadounidenses que siguieron a los ataques del 11 de septiembre costaron más de 5,9 billones de dólares y dejaron más de 500.000 muertos.
El informe de la Universidad de Brown indica que más de 71.000 civiles perdieron la vida en Afganistán y Paquistán debido a la guerra liderada por Estados Unidos hasta abril de 2021.
Sin embargo, EEUU ha aumentado las exportaciones de armas y equipos militares a los países de Oriente Medio.
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo informó que EEUU sigue siendo el mayor exportador de armas del mundo y que el país aumentó su participación en las exportaciones mundiales de equipos militares del 32 % en 2011-2016 al 37 % en 2020. El instituto también escribió que la participación de Estados Unidos en la exportación internacional de armas se mantuvo en 36% entre 2014 y 2018.
En conclusión, las intervenciones y las políticas de belicismo de EEUU en Iraq, Afganistán, Yemen, Siria, Palestina y otros países, así como los complots de EEUU para sembrar la discordia entre los actores árabes y no árabes de la región, han llevado a crisis de desgaste a garantizar los intereses de EEUU.
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