Según Asadruz, este dispositivo (ASD) es uno de los más importantes de los remolcadores en el amarre de los buques tanque, el cual se rompió debido a una tarjeta electrónica de señalización del movimiento de la embarcación.
El alquiler de este remolcador es de 5.000 euros diarios, y teniendo en cuenta las sanciones, el suministro de piezas desde el exterior es imposible, añadió.
Señaló que cada tarjeta electrónica cuesta 28.700 dólares y el éxito de los especialistas iraníes en la reparación de este dispositivo redujo el riesgo operativo y evitó los altos costos de reparación.
La isla Jark es la terminal petrolera más grande del país, y más del 95% de las exportaciones de petróleo de Irán se realizan desde esta isla.
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