En una entrevista concedida a la cadena estadounidense de CBS, y al ser preguntado sobre la posibilidad de mantener una reunión cara a cara con su homólogo estadounidense, el ayatolá Raisi señaló: "No. No creo que tal reunión suceda”.
"No creo que sea beneficioso mantener una reunión o una conversación con él", añadió el mandatario persa, concluyendo: “La nueva administración en EEUU afirma que es diferente de la administración Trump, pero nosotros no hemos sido testigos de ningún cambio en la práctica".
Previamente, en una entrevista exclusiva al corresponsal del canal de televisión Al-Jazeera en Samarcanda el presidente Raisi dijo que la decisión final de restaurar el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) debe ser tomada por Estados Unidos, y señaló que Irán está decidido a defender con firmeza los derechos de Irán y del pueblo iraní.
“El levantamiento de las sanciones a Irán debe ir acompañado del logro de garantías, y las cuestiones de salvaguardias deben resolverse para avanzar en las negociaciones nucleares”, añadió
“Los occidentales deberían cuestionar al régimen sionista, que tiene armas de destrucción masiva, antes de pedirnos que detengamos las actividades nucleares", agregó.
Con respecto a la posibilidad de una reunión directa con Estados Unidos, el presidente iraní dijo: “La negociación directa con EEUU sobre el acuerdo nuclear no sirve para nada, y EEUU deberá tomar medidas de fomento de la confianza con la parte iraní”.
“Si Washington quiere un acuerdo; ¿Por qué impone nuevas sanciones durante las negociaciones nucleares?”, añadió.
EEUU abandonó el acuerdo nuclear iraní en mayo de 2018 y restableció las sanciones unilaterales que el acuerdo había levantado.
Las conversaciones dirigidas a la eliminación de las sanciones comenzaron en Viena, la capital de Austria, en abril del año pasado, meses después de que Joe Biden sustituyera a Trump.
A pesar del notable progreso, la indecisión y la procrastinación del país norteamericano provocaron múltiples interrupciones en las maratonianas conversaciones.
Cuatro días de intensas negociaciones entre representantes de la República Islámica y las cinco partes restantes del JCPOA (Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China) terminaron el 8 de agosto con un texto propuesto por la Unión Europea (UE) sobre la mesa.
Irán presentó su respuesta a la propuesta de la UE el 15 de agosto, una semana después de que concluyera la última ronda de conversaciones. Tras presentar su respuesta, Teherán instó a Washington a mostrar realismo y flexibilidad para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, la administración de Biden tardó casi diez días en presentar su respuesta a los comentarios de Irán sobre el borrador de la UE.
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