Con la guía directa de los agentes del Mossad, los miembros de este grupo identificaron a personas con vínculos con las agencias de inteligencia iraníes y las secuestraron, golpearon y amenazaron para que dieran información.
Se dice que llevaron a cabo sus operaciones en las provincias de Teherán, Ormuzgan, y Azerbaiyán Occidental.
En varios casos, prendieron fuego a los autos y casas de las agencias de inteligencia iraníes y tomaron fotografías. Recibieron dinero por enviar estas fotos a los agentes del Mossad.
Incluso intentaron asesinar a varias fuerzas de inteligencia iraníes, pero no lo lograron.
De acuerdo con el portal del Poder Judicial de Irán se están realizando más investigaciones sobre el caso de estas diez personas.
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