La declaración dice que un terrorista armado ingresó al santuario sagrado de Shah Cheragh y comenzó a disparar contra peregrinos y fieles, lo que dejó 15 mártires y más de 30 heridos, incluidas algunas mujeres y tres niños entre las víctimas.
Una de las víctimas infantiles se llama Artin Seraydaran, quien perdió a su padre, madre y hermano en el atroz ataque, reza el comunicado, y agrega que el terrorista se enfrentó con las fuerzas de seguridad y resultó herido; luego, perdió la vida a pesar de algunas cirugías en un hospital de Shiraz; aunque el sistema judicial de Irán continúa investigando las afiliaciones y la nacionalidad de los terroristas.
Dado que el ataque terrorista es una aparente violación de los derechos internacionales, los perpetradores y quienes han estado detrás del ataque deben ser llevados ante la justicia, añadió el comunicado.
El silencio de la comunidad internacional, especialmente de aquellos estados que afirman ser defensores de los derechos humanos cuando se trata de terrorismo en Irán, mostrar discriminación al enfrentar los actos terroristas y separar estos actos atroces en buenos y malos promueve que los terroristas continúen con sus crímenes a lo largo del mundo, advirtió, y agregó que los gobiernos y organismos internacionales, que descuidan el asesinato de más de 17 mil personas inocentes en Irán e incluso les otorgan amnistía, son considerados promotores del terrorismo.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó enérgicamente el ataque terrorista del miércoles contra el santuario sagrado de Shah Cheragh en Shiraz.
El grupo terrorista Daesh se atribuyó la responsabilidad del atentado terrorista.
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