Ali Alqasimehr señaló que actualmente el número de los detenidos en Teherán que se encuentran en las cárceles de la capital es bajo.
Asimismo, añadió que actualmente quedan detenidos solo los principales elementos y cabecillas de los disturbios.
Según el fiscal general, los jueces de los casos de los alborotadores, así como los funcionarios y administradores judiciales de la provincia de Teherán, recorrieron las cárceles 2239 veces y mantuvieron conversaciones cara a cara con cada uno de los presos.
Alqasimehr destacó que dos delegaciones de los derechos de los ciudadanos también han visitado las cárceles de la provincia Teherán y además de mantener encuentros con los prisioneros, han examinado su estado general.
Los disturbios estallaron en Irán a mediados de septiembre tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, quien se desmayó en una comisaría de Teherán y fue declarado muerto tres días después en un hospital.
El informe oficial de la Organización de Medicina Forense de Irán indicó el pasado 7 de octubre que la muerte de Amini de 22 años no fue causada por golpes en la cabeza o en órganos y elementos vitales.
Cabe recordar que aunque el ayatolá Raisi se encontraba en Uzbekistán para participar en la 22ª cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS), tan pronto como se enteró de la muerte de Mahsa, llamó al padre de la joven y lo consoló y prometió una investigación inmediata para esclarecer el asunto, lo cual según el padre de la fallecida le dio fuerza a la familiar para seguir el incidente a través de la Ley.
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