Según la agencia de noticias Mizan del poder judicial iraní, Akbari, que tenía la doble nacionalidad iraní y británica, fue condenado a muerte por actuar contra la seguridad nacional y espiar para el MI6 a cambio de recibir 1.805.000 de euros, 265.000 libras esterlinas y 50.000 dólares estadounidenses.
Tenía una conexión a largo plazo con oficiales de inteligencia en Irán y otros países.
Akbari comenzó sus llamadas actividades comerciales y de investigación en el marco de una empresa privada tras su jubilación en 2002.
Cooperó con institutos de investigación en Londres, ayudando a los institutos a recopilar información, mientras que sus directores eran oficiales de inteligencia.
El espía se reunió con un oficial del MI6 apodado Mark en Austria. También sostuvo conversaciones con Richard Dalton, ex embajador británico en Irán.
Durante sus reuniones con oficiales del MI6, les proporcionó datos sobre 178 figuras iraníes, incluidos algunos científicos nucleares, como Mohsen Fajrizadeh, quien fue asesinado cerca de Teherán el 27 de noviembre de 2020 por terroristas israelíes.
La Corte Suprema de Irán confirmó el veredicto de la pena de muerte para el espía basándose en pruebas fundamentadas.
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