“Aunque las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irán son difíciles, si Washington puede encontrar formas de alentar a Teherán a limitar sus actividades nucleares, y si se levantan algunas de las sanciones contra la República Islámica a cambio de una mayor transparencia en las actividades nucleares de Irán, incluso fuera del JCPOA, esto será algo positivo”, dijo el analista estadounidense en una entrevista con IRNA.
Respondiendo a la pregunta de si Washington es considerado una parte confiable tras el retiro unilateral del JCPOA y una serie de acuerdos internacionales, Cafiero dijo: “Cada cuatro años, se llevan a cabo elecciones presidenciales en Estados Unidos, y la política exterior de Washington puede cambiar significativamente dependiendo en qué candidato gana e ir a la Casa Blanca. Las negociaciones de la administración Obama con Irán y otros países sobre el JCPOA, y luego la firma de un acuerdo multilateral con ellos y la destrucción de este acuerdo durante la administración de Donald Trump, es solo un ejemplo de tal cambio de política.
En respuesta a una pregunta sobre la razón principal de la enemistad de Occidente con Irán tras la victoria de la Revolución Islámica, el analista dijo: “Durante sus años en el poder, el Sha (rey) de Irán fue útil a los intereses de la política exterior estadounidense. Durante la Guerra Fría, y en medio de las preocupaciones estadounidenses sobre la influencia soviética y el nacionalismo árabe en Oriente Medio, el Shah fue un socio importante para Washington. Según el ex presidente estadounidense Richard Nixon, Irán, Turquía e Israel eran la "policía de turno" de Washington en la periferia de la región árabe”.
Agregó que la caída de la monarquía iraní de 2500 años de antigüedad en 1979 fue un gran golpe para Estados Unidos. La Revolución Islámica tuvo un gran impacto en la región, lo que molestó mucho a Washington y otras potencias occidentales. Desde 1979, Washington ha visto a Irán como una seria amenaza para sus intereses y los intereses de muchos de sus aliados y socios en Oriente Medio y más allá. Durante décadas, las agendas de política exterior iraní y estadounidense han chocado a pesar de ciertos casos de alineamiento de los intereses nacionales de los dos países, como la eliminación de los talibanes en 2001.
Cuando se le preguntó sobre la razón por la cual los países occidentales apoyan la profanación del Sagrado Corán, Cafiero dijo: “Aquellos que cometen actos tan atroces en Occidente son extremistas. Pero, lamentablemente, los extremistas pueden tener influencia y utilizar la protección de la libertad de expresión en países como Suecia para propagar la intolerancia y la islamofobia”.
9490**
Su comentario