Miles de italianos marcharon en la ciudad portuaria de Génova para denunciar las políticas belicistas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El mismo sábado y en similares actos, miles de personas tomaron las calles de Berlín y Londres, capitales de Alemania y el Reino Unido (en este orden) contra el suministro de asistencia a Ucrania y las posturas bélicas dentro de la OTAN.
Miles de alemanes, según estimaciones de la policía, unas 13 000 personas asistieron a una protesta llamada el “Levantamiento por la paz” en el centro de Berlín (la capital) a pesar de las bajas temperaturas y la aguanieve portando carteles que pedían negociaciones con Rusia en lugar de entregas de armas a Ucrania.
En otra parte de Europa, en Reino Unido, también miles de activistas participaron en una protesta en el centro de Londres, capital, en la que pidieron que Reino Unido deje de enviar armas a Ucrania.
“Negociar, no escalar”, “No es nuestra guerra” fueron entre los eslóganes que se vieron en los carteles y pancartas de los manifestantes.
Las protestas se producen un día después del primer aniversario de la operación militar rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, que generó promesas de más armas por parte de los aliados occidentales y nuevas sanciones contra Rusia.
Desde el inicio de la guerra, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han suministrado a Ucrania decenas de miles de millones de dólares en armas. En este sentido, la Administración Biden ha asignado en total, 113 mil millones de dólares en ayuda —militar y no militar— a Ucrania, según datos del Instituto Kiel para la Economía Mundial.
El Reino Unido y Alemania son dos de los mayores proveedores de armas a Ucrania después de EE.UU.
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