“No existe tal cosa como una nación palestina. No hay historia palestina. No hay idioma palestino”, ha argumentado Smotrich durante acto celebrado el domingo en París, en el que también dijo que “esta realidad debería escucharse en el Palacio del Elíseo y en la Casa Blanca”, según recoge el diario israelí 'Haaretz'.
“El argumento de que no existe un pueblo palestino también debería escucharse entre los árabes en Israel y entre los 'judíos confundidos'”, ha incidido el alto cargo israelí.
Smotrich se ha manifestado de esta manera bajo una bandera de la conocida como “Gran Tierra de Israel”, que incluye territorios de la Cisjordania ocupada y partes de Jordania, en medio de las conversaciones entre autoridades palestinas e israelíes en Egipto para intentar frenar la última espiral de violencia.
Por su parte, el primer ministro palestino, Muhamad Shtayé, ha condenado estas declaraciones enfatizando: “Es una prueba concluyente de que el Gobierno israelí está dominado por el sionismo extremista”, ha dicho.
Parlamento de Jordania exige al gobierno para expulsar al embajador Israel
El Parlamento jordano votó hoy miércoles, a favor de una petición para expulsar al embajador israelí en Amán (Capital de Jordania), Eitan Surkis, en protesta por el uso por parte del ministro israelí, de un mapa de Israel que incluye los territorios ocupados de Palestina y una parte de la actual Jordania.
Esta votación tuvo lugar durante la sesión legislativa celebrada por la cámara, encabezada por su presidente, Ahmed al Safadi, quien pidió al Gobierno que tome “medidas eficaces y efectivas” contra el uso, por parte del ministro de Finanzas israelí, de un mapa que “incluye las fronteras del reino y los territorios palestinos ocupados”.
Los diputados rechazaron las acciones del ministro israelí y dieron su apoyo “al liderazgo del rey Abdalá II y al Ejército jordano y los servicios de seguridad” para hacer frente “a cualquiera que intente socavar la patria y su soberanía”.
También señalaron que lo que hizo “el ministro de la ocupación refleja la arrogancia israelí que no respeta los tratados y pactos internacionales”.
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