El cobarde acto terrorista tuvo lugar el sábado por la noche en “Maze-Sar” en la región fronteriza de Saravan.
Los informes anteriores habían puesto el número de mártires en seis, pero el Comando Disciplinario de la República Islámica (Faraja, por sus siglas en persa) anunció el domingo por la mañana que el guardia fronterizo, Reza Borji, fue resucitado en el hospital.
Al respecto, el portavoz de la Cancillería persa, Naser Kanani, señaló que Teherán cree que el acto terrorista llevado a cabo tras la visita de la delegación pakistaní de alto rango al país persa, es una acción sistemática contra la seguridad e intereses de los dos países asiáticos.
Y, al condenar el acto terrorista, señaló: “Sin duda, el objetivo de estos grupos terroristas es perturbar la seguridad de las fronteras comunes y la seguridad de los ciudadanos que viven en la frontera de los dos países. La República Islámica de Irán, como en el pasado, reitera su voluntad para ampliar la seguridad en la región y desarrollar las cooperaciones”.
Naser Kanani expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, y rezó al Todopoderoso que les otorgue la posición más elevada a los cinco mártires.
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