El diplomático sueco fue convocado este jueves por el director general de la Tercera Oficina de Europa Occidental del Ministerio de Exteriores iraní en ausencia del embajador de Suecia en Teherán.
El funcionario iraní condenó el reciente insulto en Suecia contra las santidades islámicas más importantes y dijo que el silencio y el comportamiento pasivo del gobierno sueco envalentonan a los violadores de uno de los principios básicos y obvios de los derechos humanos, es decir, el principio del respeto a los valores religiosos y divinos.
Asimismo, le recordó al encargado de negocios de Suecia que el acto de insulto que solo incita al odio y la violencia se cometió en un momento en que los musulmanes realizaban sus rituales del Hach
El diplomático persa añadió que Suecia había sido sede de acciones imprudentes similares en el pasado y, en consecuencia, notificó sobre la protesta de la República Islámica, señalando que tales casos de insulto no se repetirían si las autoridades suecas hubieran enfrentado a tiempo los actos anteriores de profanación.
“La República Islámica de Irán, en consonancia con el mundo islámico, no tolera ningún acto de profanación del libro sagrado de los musulmanes, ni ninguna autorización para tales acciones; por lo que se espera que el Gobierno sueco cumpla con sus más claras obligaciones para impedir, de manera responsable y eficaz, la repetición de insultos a los valores espirituales y religiosos de los musulmanes”, enfatizó.
Por su parte, el representante de negocios sueco enfatizó la oposición del gobierno del país europeo a cualquier forma de islamofobia y afirmó que trasladaría la protesta a Estocolmo lo antes posible.
En un acto autorizado “de acuerdo con el derecho a la libertad de expresión” por la policía sueca, en el primer día de la fiesta musulmana de Aid al-Adha, un hombre quemó el miércoles varias páginas de un ejemplar del Corán ante la mayor mezquita de Estocolmo, capital de Suecia.
Además del Estado persa, varios países musulmanes han alzado la voz contra la repetida blasfemia a su libro sagrado en el país europeo, como Yemen, Turquía, Arabia Saudí, Jordania y Egipto, entre otros.
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