El pasado miércoles, Canadá, Suecia, Ucrania y el Reino Unido presentaron una demanda ante la CIJ contra Irán sobre el caso del derribo del avión ucraniano en el que acusaron a la República Islámica de no realizar una investigación y un proceso penal imparcial, transparente y justo, en reacción, el Ministerio iraní de Relaciones Exteriores al rechazar las acusaciones en su contra, recordó en su comunicado que el país persa formó un “grupo técnico independiente” justo después del incidente y tomó las medidas necesarias “con buena voluntad, transparencia y la mayor seriedad” para arrojar luz sobre varios aspectos del caso.
“Vale la pena mencionar que, después del incidente, la República Islámica de Irán facilitó y brindó asistencia, incluidas visas inmediatas, para que más de cincuenta especialistas y expertos de Ucrania y Canadá visitaran el lugar del incidente”, agregó.
La nota indica que en el marco de los estándares internacionales y más allá de sus compromisos internacionales, la República Islámica, por cada víctima del incidente, ha considerado la cantidad de 150 000 dólares, agregando que la mayoría de las familias ya han recibido el dinero.
“Cabe mencionar que, con base a las investigaciones penales realizadas en la Fiscalía, el Tribunal Militar de Teherán llevó a cabo 20 sesiones con familiares de las víctimas”, destaca la nota, añadiendo que luego de revisar y considerar las declaraciones, argumentos y defensas de los querellantes y sus abogados, así como de los acusados, el tribunal emitió su veredicto y condenó a los acusados en febrero de 2023.
Un Boeing 737 de la compañía Ukraine International Airlines (UIA) que se dirigía a Kiev se estrelló el 8 de enero de 2020 tras ser derribado erróneamente poco después de despegar del Aeropuerto Imam Jomeiní, dejando un total de 176 fallecidos,147 de ellos de origen iraní.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas emitió el 11 de enero del mismo año un comunicado confirmando que el avión había sido derribado por un error humano no intencionado.
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