El secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, aseveró este miércoles que autor de la quema del Corán en Suecia fue contratado por el servicio de espionaje de Israel.
En un discurso ofrecido con ocasión del 17.º aniversario de la victoria de El Líbano en la guerra de los 33 días en 2006, impuesta al país árabe por Israel, Nasralá ha advertido de los planes para generar discrepancia entre los musulmanes y cristianos a través de la profanación del Corán y las santidades islámicas.
“La agencia de inteligencia israelí Mossad está trabajando duro para sembrar la discordia entre musulmanes y cristianos”, ha alertado.
En este sentido, ha llamado a los países árabes e islámicos a romper lazos con el Gobierno de Suecia para impedir la repetición de la blasfemia al Corán.
La guerra de los 33 días condujo a un fracaso total
De acuerdo con el líder libanés, la guerra de los 33 días condujo al fracaso total de un proyecto que tenía como objetivo crear una nueva región de Asia Occidental y aplastar completamente la resistencia de Hezbolá.
Tras haber ensalzado que la guerra en 2006 fue un gran logro para la Resistencia libanesa, Nasralá ha denunciado que la entidad israelí ha cometido desde 2006 miles de violaciones documentadas por el Gobierno libanés.
Comunidad internacional guarda silencio ante agresiones de Israel
Al respecto, ha fustigado el silencio internacional ante las agresiones del régimen de Israel contra el Líbano, mientras ha alzado la voz para criticar que Israel ha vuelto a ocupar la aldea fronteriza de Qayar, perteneciente a El Líbano, según ha reconocido la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Hezbolá no puede guardar silencio en lo que respecta a la reocupación”, ha dejado claro, subrayando que la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) es responsable de las agresiones israelíes.
¿Qué ocurrió en la guerra de 33 días?
El movimiento libanés luchó y defendió el país mediterráneo en dos guerras impuestas por Israel en 2000 y 2006, y obligó a las fuerzas armadas del régimen a retirarse humillantemente en ambos casos. Tras la guerra de los 33 días, Israel estaba obligado a retirarse de la parte norteña de Qayar, conforme a una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que puso fin al conflicto, aunque esto aún no se ha concretado.
Las tensiones entre las partes se han disparado últimamente después de que Israel instalara un alambre de púas y construya un muro de hormigón alrededor de todo el pueblo Qayar, similar al que existe entre la frontera de El Líbano y la Palestina ocupada, una acción que separa esta zona del territorio libanés.
Hezbolá advirtió sobre “acciones peligrosas” de Israel en el sur del país, y llamó a todas las instituciones libanesas, especialmente al Gobierno, a impedir la consolidación de esta ocupación y tratar de liberar esta región y devolverla a El Líbano.
Hispantv
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