Citando a las fuentes locales, la agencia estatal de noticias palestina WAFA ha informado que, el hombre palestino Ahmad Qaraeen, del barrio de Wadi Hilweh en la ciudad de Silwan, fue forzado a destruir su vivienda, en conformidad con lo dictaminado por un tribunal israelí.
No le quedó ninguna otra opción que proceder a derrumbar su casa para evitar pagar tarifas exorbitantes en caso de que los equipos israelíes llevaran a cabo la demolición ilegal.
Como parte de la política de expansionismo en Al-Quds, y con el pretexto de “construcción sin permiso”, que de vez en cuando se encarga a los palestinos, el municipio israelí destruye y obliga a los palestinos a demoler cientos de casas de propiedad personal.
Israel destruyó 69 casas en el distrito de Silwan y emitió órdenes para la demolición de otros 172 hogares durante 2021. De hecho, tras las demoliciones, los israelíes construyen decenas de miles de unidades de vivienda en asentamientos ilegales para sus propios colonos, con el objetivo de aumentar la presencia judía en los territorios ocupados.
En los últimos años, pero más recientemente desde el nuevo mandato del gabinete extremista del premier Benjamín Netanyahu, el régimen israelí ha acelerado el proceso de construcción y ampliación de las colonias ilegales en Al-Quds y la Cisjordania ocupada.
A este respecto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y muchos países de todos los rincones del mundo alzaron su voz en apoyo al pueblo oprimido palestino y pidieron el fin de las demoliciones de viviendas de los palestinos en los territorios ocupados.
Aun así, más de 600 000 israelíes viven en más de 230 asentamientos construidos en los territorios ocupados desde la guerra de los Seis Días en 1967.
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