"Hemos visto estos informes, que son muy preocupantes, y como hemos dicho antes, este tipo de municiones deben relegarse a la historia y no deben usarse", declaró Dujarric en una sesión informativa.
Diseñadas expresamente para causar la pérdida de vidas humanas y lesiones en un área amplia, independientemente de quién o qué sea el objetivo, las municiones de racimos están prohibidas por una convención suscrita por 123 países.
El pasado 7 de julio, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de asistencia militar para Ucrania que incluía municiones en racimo.
El 16 de julio, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, destacó que su país tenía derecho a usar armas similares, de las que tiene muchas existencias, si tal armamento era usado contra sus fuerzas.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó el 20 de julio que las municiones de racimo ya estaban desplegadas en Ucrania, y afirmó que las tropas de Kiev las han utilizado "de manera adecuada y efectiva".
Estados Unidos, Ucrania, Rusia, China, la India, Pakistán, Israel y Corea del Sur destacan entre los países que no han firmado la Convención Internacional contra las Municiones de Racimo.
Sputnik
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