En el comunicado se lee: “Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su más sentido pésame y condolencias a las familias de las víctimas y al Gobierno de la República Islámica de Irán, y desearon una pronta y total recuperación a los heridos.
Los miembros del Consejo de Seguridad reafirmaron que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad internacionales”.
Inmediatamente después del atentado terrorista, el embajador y representante permanente de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, envió una carta al Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres en la cual señaló: “La República Islámica de Irán condena enérgicamente esos actos de terrorismo abominables y atroces y subraya su compromiso inquebrantable de garantizar que los responsables comparezcan ante la justicia y rindan cuentas”.
“La República Islámica de Irán pide al Consejo de Seguridad que de conformidad con su compromiso de combatir el terrorismo y defender la paz y la seguridad internacionales, condene este acto atroz de manera inequívoca y en los términos más enérgicos posibles”, concluyó Iravani.
El domingo, un terrorista de Tayikistán disparó en el santuario Shah Cheragh, matando a dos e hiriendo a siete personas.
En un ataque similar en octubre de 2022, un terrorista armado mató a 13 peregrinos y fieles en el mismo santuario, incluidos mujeres y niños, e hirió a más de 20 antes de que las fuerzas de seguridad le dispararan y lo hirieran.
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