A la luz de esta visión, Irán, durante años, está tratando de concientizar a los países musulmanes regionales sobre este hecho histórico-religioso y estratégico de que la diferencia entre estas comunidades es como una oportunidad que ellas mismas les brindan a los gobiernos fuera de la región para que ellos además de interferir en los asuntos de estos estados y determinar su destino, agredan a sus bienes y recursos naturales por un lado y a su seguridad por el otro.
El ayatolá Seyed Ali Jamenei, en una reunión sostenida ayer con un grupo de personas, responsables gubernamentales, embajadores de países musulmanes y asistentes a la Conferencia de la Unidad Islámica, se refirió a esa agresión y saqueo, llamando a los políticos, expertos y elites del mundo islámico a pensar sobre esta pregunta: “¿Quién es el enemigo de la unidad de los países islámicos, y la unidad de los musulmanes a quiénes perjudicará e impedirá su violación, saqueo e interferencias?”.
La presencia de un siglo de EEUU en el oeste de Asia, es decir, el famoso Oriente Medio y el Norte de África, ha sacado los recursos naturales y la riqueza territorial de esta parte del mundo, que en realidad es la cuota de los pueblos de esas regiones, y los ha dejado en manos de estadistas occidentales. Y el punto lamentable es que EEUU ha justificado este saqueo tanto en el Consejo de Seguridad de la ONU como en otras instituciones internacionales, afirmando ser que es el que crea la paz y la seguridad, y haciendo hincapié en enfrentar a las crisis sociales, económicas y políticas, mientras que el mismo país norteamericano ha desempeñado el papel más importante en la promoción de estas crisis.
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