El martes, entrada la noche, bombardeos de Israel al hospital Al-Ahli Arab (Al-Maamadani) en la ciudad de Gaza, mataron a más de 500 palestinos y dejaron centenares de heridos, incluidos pacientes como personas que se refugiaban de los ataques aéreos.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmó la condena de la isla caribeña al atroz crimen “en los términos más enérgicos”, y demandó el cese al fuego inmediato entre las partes y poner a esas violaciones flagrantes del derecho internacional humanitario.
Asimismo, el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, tachó en la misma red social de “repudiable” el ataque aéreo contra la institución sanitaria de Palestina.
El Gobierno de Cuba, en un comunicado, condenó el bombardeo israelí que asesinó a civiles, especialmente de mujeres, niños y trabajadores del sistema de Naciones Unidas; así como los bombardeos indiscriminados contra la población de Gaza y la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil.
Por su parte, Venezuela tildó en un comunicado de “inhumano e injustificable” el bombardeo israelí al hospital gazatí, el cual se suma a la larga lista de crímenes cometidos en los últimos días contra la población civil en esa porción de la Palestina ocupada, apuntó.
Estas agresiones constituyen una clara violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario y evidencia una vez más la “política de apartheid, agresión y exterminio” que el régimen de Israel perpetra contra el pueblo palestino.
Venezuela reiteró su solidaridad con el “hermano pueblo palestino y su legítimo derecho a la autodeterminación y a la consolidación de un Estado soberano e independiente”.
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