“Miles de civiles han perdido la vida en medio de la violencia en Oriente Próximo. Entre ellos, 35 de nuestros empleados de la UNRWA (trabajadores humanitarios y profesores) han sido asesinados en Gaza desde el 7 de octubre. Lamentamos estas pérdidas y apoyamos a nuestros compañeros que hacen todo lo posible para ayudar a los necesitados”, ha subrayado este martes Guterres en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
La declaración de Guterres llega luego de que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) anunciara el lunes la muerte de seis de sus integrantes, por lo que el número de las pérdidas que ha sufrido esta entidad por los ataques brutales de Israel contra Gaza asciende a 35 personas.
En las últimas 24 horas, dos instalaciones de la UNRWA han sido blanco de los ataques israelíes en el enclave costero, de modo que el número total de los centros atacados llega a 40 desde el inicio de los conflictos el 7 de octubre.
Según el organismo, hasta ahora, unos 600 000 gazatíes desplazados están refugiados en sus instalaciones, 420 000 de ellos en 90 campos instalados en Rafah y Jan Yunis.
La Franja de Gaza, bajo asedio total del régimen de Israel, que privó al enclave del suministro eléctrico, de agua y de alimentos, está al borde de una catástrofe humanitaria con hospitales abarrotados e infraestructura cada vez más destruida por los bombardeos arbitrarias del régimen de Tel Aviv.
Como parte de los preparativos de una amplia operación terrestre de Israel en la Franja de Gaza, el régimen sionista comunicó a la ONU que 1,1 millones de personas que viven en el norte del enclave costero tienen que desplazarse al sur de esta zona, algo que el organismo internacional considera “imposible” de llevar a cabo.
Esto, mientras los propios residentes de Gaza se niegan a abandonar el enclave costero, y prometen defender su territorio con uñas y dientes. Además, de que Israel también bombardea las zonas sureñas.
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