Según Ambrey, el ataque aéreo provocó un incendio en algunas partes del buque y la caída de un contenedor al mar.
La firma reinounidense informó que el barco era propiedad de Hapag-Lloyd AG (HLAG.DE) y navegaba hacia el sur a través del estrecho de Bab al-Mandab en el sur del Mar Rojo cuando fue atacado en las proximidades del puerto yemení de Mokha.
Hasta el momento, ningún grupo se ha reivindicado el ataque.
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