“A menudo hemos aclarado que Irán no iniciará una guerra, sino que responderá a sus matones con firmeza y autoridad”, dijo el viernes al dirigirse a una gran reunión de personas en Minab, en Hormozgan, y subrayó que el ejército de Irán está destinado a la autodefensa y no representa ninguna amenaza para los países de la región.
“El poder militar de la República Islámica de Irán no es una amenaza para ningún país, sino que es un generador de seguridad y los países de la región pueden confiar en este poder”, subrayó.
El mandatario iraní también señaló las amenazas y la retórica utilizadas contra la República Islámica.
“En el pasado, cuando querían hablar con Irán, usaban el lenguaje de amenazas como que la opción militar está sobre la mesa, pero ahora no escuchamos esas palabras, sino que incluso dicen que no buscan la guerra”, dijo en una referencia indirecta a las políticas pasadas de Estados Unidos, así como a los recientes comentarios de algunos funcionarios estadounidenses tras un mortal ataque con aviones no tripulados contra una base militar estadounidense en Jordania.
En otra parte de sus comentarios, el presidente iraní elogió los logros del país en el ámbito defensivo, calificándolos de poder de disuasión.
“Esta mañana visité la exposición de la Armada del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), donde muchas de las innovaciones de nuestras fuerzas de élite y expertos eran valiosas en las que el enemigo nunca creería”, señaló Raisi, añadiendo que estos trabajos tienen como objetivo mejorar la defensa del país y crear seguridad en el aire, el mar y la tierra.
Reafirmó que el poder militar de la República Islámica de Irán no es una amenaza para ningún país, sino que crea seguridad en la región, y los países regionales pueden confiar en este poder y en el poder de la República Islámica de Irán en la región.
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