En una reunión mantenida este jueves con la presencia del líder supremo iraní, el presidente del país persa consideró el genocidio y el infanticidio en Gaza como una causa de la pérdida de todas las pretensiones de derechos humanos de las potencias occidentales y un signo evidente de la ineficacia de las organizaciones internacionales.
“Estamos seguros de que la sangre de los mártires de Gaza y Palestina marcará el fin del régimen sionista y del actual orden injusto”, enfatizó el mandatario.
Asimismo, en otra parte de sus declaraciones, describió las políticas y programas internos del gobierno como dirigidos a la expansión de la justicia, la compensación por el atraso y la mejora de la situación económica, y enfatizó: la única solución a los problemas es confiar en la voluntad interna y el gobierno no tiene ninguna esperanza en los extranjeros para resolver los problemas del país.
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