Por medio de una declaración, HAMAS dijo que las restricciones serían una “violación de la libertad de culto”, y agregó que el plan muestra la mala intención del régimen sionista aumentar sus agresiones a la mezquita, durante el mes de ayuno de los musulmánes.
Hamás pidió a la nación palestina en los territorios ocupados, en Al-Quds y en la Cisjordania, que movilice el rechazo a esta decisión criminal, realizando marchas en la Mezquita de Al-Aqsa”.
El Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina advirtió a Israel que “cualquier agresión a la mezquita de Al-Aqsa o a la libertad de culto no quedará sin respuesta”.
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