Según el sitio web del periódico estadounidense el New York Post, un amigo de Aaron Bushnell reveló en una llamada telefónica con este portal que Bushnell había contactado con él poco antes de su suicidio y había declarado que tenía información altamente confidencial sobre las operaciones de las fuerzas estadounidenses en los túneles de Gaza.
El amigo de Bushnell, cuya identidad el New York Post no ha revelado, dijo: El trabajo de Bushnell estaba relacionado con el procesamiento de datos de inteligencia, algunos de los cuales estaban relacionados con el conflicto entre Israel y Gaza.
“Una de las cosas que Bushnell me dijo es que la intervención del ejército de Estados Unidos en el actual genocidio en Palestina era uno de los temas que estaba investigando”, informó.
El amigo de Bushnell, sorprendido por esta revelación, dijo que nunca había violado su autorización de seguridad y que no había revelado información clasificada, añadiendo que “había tenido su autorización de seguridad durante cuatro años. Esta fue la primera vez que pasó por alto los protocolos y me proporcionó información que no debía revelar”.
El soldado estadounidense, de 25 años, había declarado que no quiere “ser cómplice del genocidio”, y aseveró, antes de quemarse a lo bonzo, que el sufrimiento que está a punto de vivir “es mínimo en comparación con el de los palestinos”.
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