La crisis en Haití se agravó a principios de marzo con la evasión de más de 3 mil presos y Henry no logró regresar a Puerto Príncipe y aguardaba en Puerto Rico, donde aterrizó de regreso de un viaje a Kenia.
La semana pasada, el ex policía Jimmy Chérizier, alias Barbecue, quien lidera crímenes organizados de Haití, amenazó que si no se producía una renuncia del jefe del Ejecutivo, desatará “una guerra civil”.
Las consecuencias de esta ola de violencia para Haití son diversas y van desde el desplazamiento forzado de millones de personas al aumento de la cifra de asesinatos.
Desde el siglo XX, EEUU ha tenido una fuerte injerencia en Haití; Primero a través de la ocupación militar y en los últimos años por la dependencia económica creada de este país norteamericano, que le suministra armas y dinero. A pesar de la amplia influencia estadounidense en el país, Haití se ha convertido ahora en un territorio cuyo el primer ministro no pudo regresar antes de su dimisión, los grupos violentos han tomado el control de la capital y los cadáveres se amontonan en sus calles.
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