Durante la madrugada del sábado, los fiscales y policías que ejecutan la investigación dirigida por el fiscal general, Juan Villena, salieron de la casa de Boluarte y se dirigieron al palacio presidencial, donde entraron sin necesidad de utilizar la fuerza, para continuar con la redada ordenada por un juez de la Corte Suprema.
Es la primera vez en la historia de Perú que la policía y la fiscalía ingresan por la fuerza al domicilio de un presidente en ejercicio, en un país acostumbrado a que la justicia ordene registros en casas de exmandatarios o dicte prisión preventiva para antiguos funcionarios investigados por presunta corrupción. Los allanamientos al palacio presidencial si habían ocurrido antes.
Las televisoras locales mostraron al filo de la medianoche a policías de la división de investigaciones de alta complejidad rompiendo el seguro de la puerta de la casa de la mandataria con una maza de metal tras esperar en vano por varios minutos que alguien abriese.
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